Columna | Rogelio Lara|
La Secretaría de Movilidad y Transporte (SMyT) de Tlaxcala ha sido un ejemplo claro de ineficiencia administrativa y obstrucción burocrática. Mientras otros estados, como Puebla, avanzan hacia la modernización de sus trámites vehiculares, Tlaxcala parece estar atrapado en el pasado, perjudicando a sus ciudadanos y fomentando la corrupción a través de gestores o “coyotes”.
Trámites Lentos y Burocracia Obsoleta
El proceso para realizar trámites tan simples como dar de baja o alta placas, obtener permisos o incluso realizar pagos de refrendo, se convierte en una odisea para los ciudadanos. Las filas interminables y los largos tiempos de espera son la norma, lo que obliga a muchas personas a perder horas e incluso días para completar un trámite. En lugar de facilitar la vida de los tlaxcaltecas, la SMyT los somete a un calvario innecesario.
La Modernización: Un Concepto Ajeno
A diferencia de Puebla, donde los trámites vehiculares pueden realizarse de manera eficiente y rápida, Tlaxcala sigue atascado en métodos arcaicos. En Puebla, muchos trámites pueden gestionarse en línea o en ventanillas únicas, reduciendo significativamente el tiempo y esfuerzo requeridos. La implementación de sistemas digitales y la reducción de la burocracia son políticas que claramente han sido ignoradas por la SMyT, demostrando una falta de visión y compromiso con el bienestar ciudadano.
Los Intermediarios Corruptos: Un Mal Necesario
El estado de ineficiencia y obsolescencia de la SMyT ha creado un terreno fértil para la proliferación de gestores, conocidos coloquialmente como “coyotes”. Estos intermediarios cobran tarifas exorbitantes para acelerar los trámites, un servicio que en teoría debería ser innecesario si la SMyT funcionara correctamente. Sin embargo, la realidad es que la corrupción se ha convertido en una industria en sí misma, donde los gestores aprovechan la ineficiencia del sistema para lucrar a costa de los ciudadanos. Este problema no es solo un reflejo de la incapacidad de la Secretaría, sino también una indicación de la falta de voluntad del gobierno estatal para abordar la situación.
La Necesidad de una Reforma Urgente
Es imperativo que Tlaxcala tome medidas decisivas para modernizar su sistema de trámites vehiculares. La implementación de sistemas digitales, la reducción de la burocracia y la eliminación de los gestores deben ser prioridades inmediatas. Además, es necesario un compromiso genuino por parte de la administración estatal para erradicar la corrupción y asegurar que los servicios públicos sean accesibles y eficientes para todos.
En resumen, la SMyT de Tlaxcala está fallando rotundamente en su misión de facilitar la movilidad y el transporte en el estado. Mientras otros lugares avanzan hacia la modernidad, Tlaxcala permanece anclado en prácticas anticuadas y corruptas. Es hora de que las autoridades tomen cartas en el asunto y trabajen para ofrecer un servicio digno y moderno a sus ciudadanos.
Para complementar esta crítica, se realizó un sondeo con ciudadanos de Tlaxcala que han experimentado de primera mano las deficiencias en los servicios de la Secretaría de Movilidad y Transporte (SMyT). Las respuestas reflejan una frustración generalizada y una clara demanda de mejoras urgentes.
Sondeo Ciudadano: Quejas y Experiencias
María G., residente de Zacatelco, compartió: “Es una pesadilla hacer cualquier trámite en la SMyT. Cuando fui a dar de baja mis placas, tuve que esperar más de cuatro horas y al final me dijeron que me faltaba un papel. Los gestores se aprovechan y te cobran mucho dinero por algo que debería ser sencillo.”
Juan L., de Tlaxcala capital, expresó su descontento: “En Puebla puedes hacer casi todo en línea o en un solo lugar. Aquí, en Tlaxcala, parece que les encanta complicarlo todo. Tuve que ir tres veces para pagar el refrendo porque el sistema de ellos no encontraba mi pago.”
Ana P., habitante de San Pablo del Monte, señaló: “El servicio es lentísimo y muchos empleados no tienen la actitud de ayudar. Me dijeron que si quería terminar rápido, mejor contratara a un gestor. Me parece increíble que eso lo sugiera el mismo personal de la oficina.”
Carlos R.**, un transportista de Chiautempan, comentó: “Los trámites para permisos son un caos. Me dijeron que necesitaba documentos adicionales que no estaban en la lista oficial. Es como si quisieran que la gente se rinda y recurra a los ‘coyotes’. Es una vergüenza.”
Estas experiencias reflejan un problema estructural y sistemático en la SMyT de Tlaxcala, donde la falta de modernización y la burocracia excesiva están afectando negativamente la vida de los ciudadanos. La voz de los tlaxcaltecas es clara: es hora de una reforma profunda y de que se tome en serio la prestación de servicios eficientes y justos.