Autoridades ministeriales, con apoyo de la Guardia Nacional, realizaron dos cateos simultáneos en distintos puntos del municipio de Apizaco como parte de las investigaciones por el doble homicidio del exrector de la Universidad Tecnológica de Tlaxcala (UTT), Humberto N., y de César N.

Durante los operativos fueron asegurados vehículos de lujo, entre ellos una Jeep Sahara y un Audi Q3, además de pantallas y botellas de alcohol que, de acuerdo con las primeras versiones oficiales, habrían sido robadas. Los inmuebles quedaron bajo resguardo mientras se continúa con las diligencias ministeriales.

Aunque la Fiscalía General del Estado calificó el operativo como un “avance importante”, el caso sigue rodeado de dudas, contradicciones y presuntos vacíos en la investigación.

Desde el hallazgo de los cuerpos (ocurrido hace semanas), las autoridades estatales han enfrentado críticas por la lentitud y falta de transparencia en las investigaciones. El aseguramiento de bienes se percibe por algunos sectores como una acción reactiva, más orientada a mostrar resultados mediáticos que a esclarecer con rigor el crimen.

A pesar de los recientes cateos, no se han presentado detenciones nuevas, ni se ha informado si los vehículos asegurados están directamente vinculados a los autores materiales o intelectuales del homicidio.

El asesinato de Humberto N., quien además de ser académico mantenía relaciones con figuras políticas y empresariales, ha generado sospechas sobre redes de influencia y posibles móviles económicos o personales.

Analistas locales señalan que el caso refleja la fragilidad de los mecanismos de seguridad y justicia en Tlaxcala, donde los delitos de alto impacto suelen derivar en investigaciones fragmentadas o inconclusas.

“La recuperación de autos y objetos de valor no necesariamente implica justicia; si no hay responsables ante la ley, el operativo se queda en mera escenografía”, comentó un abogado penalista consultado por El Quinqué Digital.

Familiares de las víctimas y sectores académicos han exigido que el caso no se convierta en otro expediente olvidado. Reclaman celeridad, transparencia y resultados reales, no sólo la presentación de bienes asegurados o despliegues policiacos.

Mientras tanto, el doble homicidio que conmocionó a Tlaxcala sigue sin resolverse plenamente, y las autoridades deberán demostrar que su compromiso con la justicia va más allá de los reflectores.